“Por momentos lloran, por momentos se abrazan y otros momentos se ponen a trabajar. Ellos saben lo que es tener que sacar adelante el trabajo, pero no deja de ser devastador”, dijo Jeff Marks, gerente general y presidente del canal 7 de WDBJ-TV sobre sus empleados, conmocionados tras los trágicos hechos.
Alison Parker y Adam Ward solían pasar momentos divertidos al hacer televisión juntos. Lo mismo jugaban en la nieve con sus mascotas que posaban para las cámaras haciendo gestos.
Por su parte, Vester Lee Flanagan, el presunto asesino de los periodistas, se quitó la vida después del ataque a los periodistas que ha conmocionado a la localidad de Roanoke, Virginia, y a todo el mundo.
Tras el crimen, Lee Flanagan escribió en Twitter que se sintió discriminado por ellos. El exreportero y que en un tiempo también fue compañero de los periodistas asesinados, dijo que entre marzo de 2012 y febrero de 2013 fue víctima de racismo y maltrato por su condición de homosexual y de afroamericano.
En tanto, otras personas que lo conocían se refieren a él como una persona difícil y tendiente a los ataques de ira.
El propio director general de WDBJ-TV dijo que el presunto tirador era una persona “infeliz” y con quien era difícil trabajar. Estaba “siempre atento a lo que diga la gente para tomarlo como ofensa”. Añadió que cuando fue despedido, el hombre tuvo que ser escoltado por la policía afuera de la estación.
Conocido como Bryce Williams, el supuesto atacante utilizó las redes sociales para quejarse de la presunta discriminación.
Vester Lee Flanagan II, de 41 años, supuestamente grabó el ataque y lo publicó en las redes sociales
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